Don Diego Maradona (76 años) o Chitoro, apodo que trajo desde su correntina Esquina natal cuando trabajaba como lanchero, se soltó como nunca ante la entrevista exclusiva de Olé y habló de todo: desde que Diego era Pelusa hasta el Diego de nuestros días.
"Decidí llevarlo a Argentinos cuando Goyito Carrizo me presentó a Francis Cornejo. Goyito vivía a cinco cuadras de casa y su papá me dijo: ''¿Por qué no lo llevás a Dieguito? Goyito está entrenando ahí...''. Y al final me decidí. No me olvido más. Fue un miércoles lluvioso, de mucho barro, tanto que nos tuvimos que ir del polideportivo de Las Malvinas hasta Parque Saavedra para poder hacerlo jugar.
Tenía la idea de que Diego era bueno porque toda la gente grande del barrio me decía "este pibe los va a salvar", mientras asiente con la cabeza, por sus ojos se asoman las primera lágrimas. Y eso que en Fiorito lo veían poco... Yo no lo dejaba jugar mucho porque le pegaban cada patada... Desde el primer día me esforcé para que no perdiera entrenamientos. Por eso salía una hora antes de mi trabajo. Cuando entrenábamos en Las Malvinas veníamos en el colectivo 44 y cuando íbamos a Saavedra nos tomábamos el 28 y luego el 135.
se la dio su primo Beto, que ya falleció. Esa pelota la hacía hilacha. Venía del colegio y se iba a jugar a una canchita, un potrero. Ahí amontonaba a los pibes y jugaba por horas. Volvía de noche, y a veces lo íbamos a buscar.
A él siempre le gustó que las pelotas picaran para hacer mejor sus travesuras (se ríe).Pero igual le sacaba las medias a la Tota y las rellenaba con papel mojado. Pateaba y rompía todo, je. Cualquier cosa le venía bien.
Yo quería que estudiara y no lo podía lograr. Un día le dije: "O estudiás o no tocás más una pelota". En lugar de aprender se ponía a jugar a la pelota con las maestras (se ríe). El tema es que como tenía de cómplice a una maestra, los boletines siempre venían bien. Y una vez la directora nos dijo la verdad. Por eso digo que haberlo dejado 15 días sin jugar fue un momento especial.
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